Mascarillas en polvo: la nueva tendencia ecológica que debes adoptar
En los últimos meses ha surgido una nueva tendencia en la industria de la belleza y el cuidado de la piel: las mascarillas en polvo. Este tipo de mascarillas no sólo son ecológicas, sino que pueden ser adecuadas para todo tipo de pieles y solucionar muchos problemas.
Aquí está todo lo que necesitas saber sobre las mascarillas en polvo y dónde conseguirlas para tratar tu dulce rostro ahora mismo.
Mascarillas de polvo: ¿qué son y qué contienen?
A menudo (pero no siempre), se basan en la arcilla, un ingrediente apreciado por sus propiedades absorbentes y desintoxicantes desde la noche de los tiempos.
Además de la arcilla, las mascarillas en polvo pueden contener una serie de ingredientes que responden a diferentes necesidades de la piel, por ejemplo
- Algas marinas
- Extractos de frutas y flores
- Carbón vegetal
- Aceites esenciales
- Hierbas y otras plantas
- Té verde
- Sales marinas
- Colágeno...
La principal ventaja de las mascarillas en polvo es que no contienen conservantes ni otros compuestos "sintéticos" que suelen encontrarse en las mascarillas listas para usar.
Las mascarillas en polvo no las necesitan, ya que son una formulación más estable y seca que se activa sólo un poco cada vez y se utiliza sobre la marcha.
¿Son nuevas las mascarillas de polvo?
No, en absoluto. De hecho, son uno de los productos más antiguos documentados para el cuidado de la piel; se sabe que una forma rudimentaria de mascarillas en polvo se utilizaba en la medicina ayurvédica (en la India) hace más de 5.000 años.
Con el tiempo, estas máscaras cayeron en el olvido, en parte porque se consideraban menos "prácticas" que las máscaras ya preparadas, como las de hoja.
Sin embargo, las mascarillas en polvo han ganado popularidad recientemente, en parte porque la gente está redescubriendo las virtudes de los ingredientes sencillos, y porque aprecian su carácter ecológico.
¿Por qué las mascarillas en polvo son ecológicas?
Como su nombre indica, las mascarillas en polvo no contienen líquidos. Una vez en casa, simplemente se rehidratan añadiendo agua (u otros ingredientes líquidos), un uso a la vez.
Por ello, las mascarillas en polvo son menos pesadas de transportar, se pueden envasar mínimamente (o en algunos casos con cero residuos), pero también tienen una vida útil mucho más larga que los productos de belleza tradicionales. De hecho, una máscara de polvo podría utilizarse durante años y años en condiciones óptimas.
¿Cómo utilizar las mascarillas en polvo?
Cuando quieras hacer una mascarilla, sólo tienes que poner la cantidad recomendada de polvo en un bol pequeño. A continuación, añade agua -preferiblemente destilada- para hacer una pasta que se aplica en la cara como una mascarilla normal.
Es principalmente agua lo que quieres utilizar para hidratar las mascarillas en polvo, pero también podrías añadir unas gotas de otros ingredientes líquidos como complemento, como el extracto de hamamelis calmante, un tónico adaptado a tu tipo de piel, etc.
Algunas personas también mezclan sus mascarillas en polvo directamente con ingredientes naturales en lugar de agua, por ejemplo, yogur griego natural, leche, miel, agua de coco o gel de aloe.
Lo bueno de las mascarillas en polvo es que puedes adaptar su textura a tus preferencias: una mascarilla más espesa, más líquida, más cremosa, etc.
¿Las mascarillas en polvo son adecuadas para todo tipo de pieles?
Ciertamente lo son. Hay mascarillas en polvo para todo tipo de pieles. Sólo es cuestión de elegir el producto adecuado para sus necesidades.
Las pieles mixtas, grasas y con tendencia al acné son probablemente las que más se benefician de las mascarillas en polvo, simplemente porque la arcilla que suelen contener estas mascarillas es estupenda para matificar y equilibrar la piel grasa, además de limpiar los poros.
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