Si ha estudiado voz o ha pasado tiempo con otros cantantes, es posible que los haya escuchado referirse a su “libro”. Este libro se refiere al repertorio de un cantante. Lo que un cantante elige estudiar e interpretar es extremadamente importante. Enmarca tu identidad como artista y la forma en que te presentan a tu audiencia.
¿Quién debería elegir mi música?
¿Quién debería ser el responsable de elegir el repertorio? ¿Deben los estudiantes tomar estas importantes decisiones por sí mismos? ¿Es totalmente responsabilidad del profesor trazar el camino de la música o hay una compensación para lograr el máximo beneficio? Si bien un maestro debe diseñar el camino más beneficioso para su alumno, la filosofía más exitosa combina técnica, alegría artística y desafíos alcanzables. Como profesor, decidir qué canciones debe cantar un alumno implica varios factores.
¿Cómo decides qué cantar?
Primero, un estudiante debe conectarse con la sala. Hay demasiada música para que un estudiante cante algo que no le resuene. Si un estudiante no puede identificarse con una pieza, es responsabilidad del maestro encontrar otra pieza que sirva a los mismos objetivos vocales. Implica estudiar las preferencias musicales y temáticas de un estudiante. Un estudiante puede encontrar una conexión con una canción a través de su lirismo, estilo musical o incluso otro músico inspirador que haya grabado previamente la pieza.
Hay muchas razones por las que un alumno y un profesor pueden elegir una canción. Las dos razones principales del repertorio son para adquirir una nueva habilidad técnica o porque la pieza resaltará un aspecto de la voz del estudiante en la interpretación. Si un estudiante quiere cantar una pieza que no encaja en una de estas categorías, debe haber una evaluación de esa elección. ¿Cuál será el beneficio de trabajar en esta pieza? Una canción que carece de propósito puede ser perjudicial para el desarrollo de un estudiante. Si una canción no apoya los talentos vocales de un estudiante, trabajar en la pieza puede infundir una sensación de duda y negatividad que detendrá el progreso. Mejor aún centrarse en un desafío motivador en otro repertorio que fomente un crecimiento positivo.
Técnica contra la alegría
Cuando busque una pieza que le ayude a desarrollar la técnica durante sus lecciones de canto, debe haber un equilibrio de alegría en el trabajo. El trabajo centrado en la técnica no debe existir sin una conexión emocional. Si bien un estudiante puede sentirse frustrado al dominar sus habilidades técnicas, la conexión continua con su arte es crucial. Comparta con un estudiante los objetivos por los que está trabajando para que este proceso siga siendo un viaje de exploración juntos.
El repertorio destinado a la interpretación debe trabajar hacia las fortalezas del estudiante. Como se mencionó anteriormente, hay demasiadas opciones para que un estudiante cante una pieza que no los pinte de la mejor manera o muestre sus fortalezas. Es importante trabajar con estas fortalezas para usar el repertorio para explorar empujando los límites de sus habilidades. Podría significar un desafío de actuación, la exposición a un nuevo género, la exploración de nuevos compositores o una habilidad musical avanzada.
El aliento de los profesores es importante
Un estudiante debe sentir que su visión artística se alienta durante sus lecciones de canto. Es importante cuando miras el repertorio que quieren cantar. Si un estudiante está decidido a cantar una canción pero el maestro no cree que una canción tenga mérito para el estudiante, hay algunas opciones disponibles. ¿Se puede transponer o reformatear la canción para que el alumno se beneficie? ¿Puede el maestro encontrar una opción de reemplazo que aún califique aspectos similares de por qué el estudiante quiere cantar la pieza? Puede ser cualquier cosa, desde el estilo musical o la escala hasta los temas temáticos de la pieza.
Dependiendo del razonamiento del estudiante para rechazar una pieza, hay ocasiones en las que un alumno y un maestro pueden trabajar juntos para escuchar una pieza de manera diferente. Una vez más, la razón por la que un profesor puede decidir participar en este tipo de persuasión puede variar. Si un maestro ha trabajado con un estudiante durante un período de tiempo prolongado, alcanzará un nivel de confianza. Esta confianza le permitirá al maestro traspasar los límites de las preferencias musicales del estudiante. Un nuevo alumno deberá conectarse tanto con la música como con el profesor antes de que pueda comenzar este tipo de trabajo. La poesía se puede explorar y explicar. Es posible que un estudiante más joven no quiera cantar canciones sobre el amor romántico, incluso si su edad es apropiada. Conectar estos temas con otros tipos de amor (el amor por un amigo, una mascota o un miembro de la familia) puede iluminar otros caminos para conectarse emocionalmente con las palabras. Exponer al estudiante a grabaciones que podrían incluir una orquestación ampliada podría ilustrar un paisaje sonoro musical que el estudiante no podría imaginar con solo acompañamiento de piano. Las habilidades dinámicas de una orquesta o un artista respetado pueden cambiar la perspectiva de un estudiante sobre una canción. Si bien un estudiante puede tener una visión artística, es importante comunicarse cuando una canción simplemente no es adecuada para el estudiante. Un maestro podría ofrecer un punto de referencia que haría viable la elección o una razón por la que creen que la obra es realmente perjudicial para el crecimiento del estudiante.
Ya sea como profesor o como alumno, es fundamental comprender y aceptar esta compleja dinámica. Los resultados obtenidos aumentarán tanto las habilidades artísticas del alumno como la relación integral entre profesor y alumno. Y de nuevo, ¡hay tanta música allí! ¡Sigue buscando y explorando, haciendo conexiones musicales y nutriendo al artista que llevas dentro!